Escultura Multimedia Video Instalación
Hudson Valley MOCA
ALGAS SIN RAÍCES | Peekskill, Nueva York 2008
El MOCA de Hudson Valley, anteriormente el Centro de Arte Contemporáneo de Hudson Valley, ubicada en Peekskill, NY, es una organización de arte y educación sin fines de lucro fundada por el
Familia Marc y Livia Strauss. El Centro está dedicado al desarrollo y presentación de exposiciones y programas interdisciplinarios que enriquecen nuestra comprensión del arte contemporáneo, sus contextos y su relación con los problemas sociales.
Medios de comunicación: Abaca papel fundido y multimedia
Dimensiones: 30 pies x 16,5 pies
Música: Hilmar Örn Hilmarson
En este trabajo estoy explorando mi experiencia en Flatey, una isla en la bahía de Breidafjördur frente a la costa de Islandia. Tenía la intención de observar y hacer bocetos de las abundantes aves de la zona, como los gaviotines árticos, los buzos de garganta roja y los araos negros, pero a mi llegada me enteré de que dos días antes las aves habían migrado a un clima más cálido. Cuando llegamos mi esposo, mi hija Shammiel y yo, aumentamos mucho la población de la isla remota. En estas circunstancias, descubrí que solo podía hacer observaciones directas con lo que me rodeaba. Una parte clave de este viaje para todos nosotros fue tratar de superar nuestros sentimientos de aislamiento y extranjería explorando el hábitat natural de la isla.
Las rocas de las costas de Flatey estaban cubiertas de acumulaciones gruesas y texturizadas de un tipo de alga que nunca antes había visto. Los colores y la inmensidad de estos montones eran abrumadores. Eran estéticamente hermosos, pero no podía explorar las costas ni ir a nadar sin entrar y rodear la vegetación. Esta limitación realzaba mi sensación interna de estar confinado; sin embargo, como las algas, no puedo estar conectado a ningún lugar. Las algas tienen anclajes que sirven como anclajes temporales pero no son necesarios para obtener nutrientes. Es común que las algas se aferren unas a otras como refugiados, para facilitar el viaje por el océano. Mi fascinación por las algas aumentó a medida que también me identificaba con su falta de raíces.
Para esta instalación, Rootless Algas, se han fabricado grandes algas multicolores fundiendo láminas de abacá translúcidas en moldes que luego se cuelgan del techo al suelo. El trabajo pretende expresar ciertos sentimientos de aislamiento e intenta transmitir características de la experiencia real en lugar de exploraciones o descripciones. He sacado las plantas de su contexto original y las he reinventado para resaltar la dinámica entre la naturaleza y los seres humanos. Las configuraciones del área requieren que las personas experimenten su entorno desde múltiples puntos de vista. Esa virtualidad espacial se ve aumentada con una proyección de video y una banda sonora del compositor islandés Hilmar Örn Hilmarsson. Además, los espectadores tendrán que encontrar y crear su propio espacio y, al hacerlo, recrearán a pequeña escala el alcance ilimitado del mundo natural.
En este trabajo exploro mi experiencia en Flatey, una isla en la bahía de Breidafjördur de la costa de Islandia. Mi intensión era observar y dibujar las aves que abundan en esa zona como los charranes árticos, los diferentes petirrojos y los araos de alas blancas pero, cuando me llegué enteré de que, dos días antes, las aves habían migrado a un clima más cálido. Cuando mi esposo, mi hija Shammiel y yo llegamos contribuimos a incrementar la población de esta isla remota. En esas circunstancias, me di cuenta de que sólo podía observar directamente lo que tenía a mi alrededor. Para nosotros, la parte clave de este viaje fue tratar de superar nuestros sentimientos de aislamiento y extrañeza, explorando el hábitat natural de la isla.
En las playas de Flatey, las rocas estaban cubiertas de acumulaciones gruesas y con mucha textura, de un tipo de alga que nunca antes había visto. Los colores y la inmensidad de estas pilas eran abrumadores. Aunque estéticamente eran hermosas, no me permitirían explorar las playas ni ir a nadar sin tener que pisar toda esa vegetación. Esta limitación aumentaba mi sensación interior de estar confinada, aunque, como las algas, no podía estar atada a ningún lugar. Las algas tienen mecanismos para asirse rápidamente, los que les sirven temporalmente como ancla, pero no para alcanzar los nutrientes. Es común para las algas agarrarse a los demás, como refugiados, para facilitar el viaje en el océano. Mi fascinación por las algas aumentó cuando también me identifiqué con ellas por no tener raíces.
Para esta instalación, Algas sin raíz, se hicieron gran cantidad de algas multicolores vaciando hojas de ábacas transparentes en moldes que luego fueron colgados del techo y caían al suelo. El trabajo trata de expresar algunos sentimientos de aislamiento y características de la experiencia real, en lugar de exploraciones o descripciones. Saqué las plantas de su contexto original y las reinventé para resaltar la dinámica entre la naturaleza y los seres humanos. La configuración del área hace que las personas experimenten su entorno desde muchos puntos de vista. Esta “virtualidad” espacial aumenta con la proyección de un video y una banda sonora del compositor islandés Hilmar Orn Hilmarsson. Además, los espectadores tendrán que encontrar y crear su propio espacio y al hacerlo recrearán, en pequeña escala, el alcance ilimitado del mundo natural.