PRECIOSAS BURBUJAS

Los metales preciosos, como el oro y la plata, alguna vez fueron la base de todas las transacciones económicas. Ahora estamos a merced de mercados y sistemas de intercambio inflados artificialmente. El valor aceptado de bienes o servicios ya no es cierto y concreto; todo es incierto y efímero. Estamos engullidos por la especulación y la ilusión, como silicona implantada. Nuestros deseos se elevan como pechos palpitantes y, al llegar al clímax, se desinflan rápidamente.

Una vez, los metales preciosos como el oro y la plata eran la base de todas las transacciones económicas. Ahora, estamos a merced de los mercados y sistemas de cambio artificialmente inflacionarios. El valor aceptado de los bienes y servicios ya no es cierto y concreto, todo es incierto y efímero. Estamos atiborrados por la especulación y la ilusión como silicona implantada. Nuestros deseos se elevan como pesados senos y después de alcanzar el clímax se desinflan rápidamente.