Capilla de la Persévérance

Viviendo en Lima, Amorós viajaba por Perú siempre que podía. La exposición de Amoros a los sitios históricos del país la llevó a investigar el Imperio Inca. El uso del oro por parte de los incas, junto con sus creencias religiosas, contribuyó considerablemente a su forma de vida. Hacían máscaras de deidades forjadas en oro puro como forma de adoración.

La población que vive en las islas de los Uros son descendientes de los quechuas y aymaras. Puno es el único lugar del Perú donde ambos grupos indígenas conviven unánimemente. Caminando por las islas de los Uros sobre los juncos de totora, los materiales con los que se construyen las islas, Amorós quedó impactado por la sensación de ingravidez y conectividad espiritual que logran estas islas flotantes.

uros dorados explora la dualidad de las creencias antiguas y la espiritualidad universal al incorporar las imágenes del autorretrato dorado de Amorós como una deidad.

Cuando era adolescente y vivía en Lima, cada vez que podía viajarba por todo el Perú. Mi contacto con los sitios históricos del país me llevó a investigar el Imperio de los Incas, civilización que ocupó el Perú hace cientos de años. El uso del oro por los Incas y sus creencias religiosas influyeron con daño en su forma de vida. Los Incas hacían máscaras de oro puro de sus deidades, como una forma de veneración.

Los pueblos Quechua y Aimara descienden de los Incas y Puno es el úincoo lugar del mundo donde conviven ambos grupos indígenas. Interrelacionados conforman una pequeña población que vive en las Islas de los Uros. En un viaje al Lago Titicaca, comencé a cuestionarme las prácticas tradicionales y las creencias religiosas de la cultura dominante de estas islas.

uros dorados explora la dualidad de las antiguas creencias y la espiritualidad universal incorporando la imagen de mi autorretrato dorado como una deidad.