This work attempts to describe the relationship between my body and the Earth. The abaca cast parts–modeled from my own body–that comprise the installation can be arranged in numerous formations, echoing the natural shifting of the Earth’s surface. Their placement is purposely malleable to allow adaptation to the individual nature of the space in which the installation takes place. The ensuing random patterns suggest how personal characteristics, over the period of a lifetime, coalesce into pure essence and then ease away into death. Disintegration transforms our bodies as erosion wears away land, leaving only the whiteness of bone.
I am interested in the healing properties of land forms, as well as in people who live “off the land.” I became very aware of natural forces after spending time in the wilderness of New Mexico and Iceland. “Avalanche” represents this search for my understanding of the Earth and our connection to it. The disembodied body parts serve to convey the ephemerality of our human existence on the scale of geologic time.” These body parts document our presence; we will return to the ground as mere fragments of what were once fully-formed entities. Our relationship with the earth comes full circle with our disintegration after death, as we nourish the Earth that has always nourished us. I had the opportunity to collaborate with English composer Jonny Perl, who produced a piece of music entitled “Avalanche,” made specifically for the installation.
“AVALANCHA” 2002-2004
(El Cuerpo del molde Despide)
(Instalación)
La música por: Jonny Perl
Esta pieza ilustra la relación entre mi cuerpo y la Tierra. Los moldes fundidos – modelados de mi propio cuerpo – que comprende la instalación pueden disponerse en muchas formas, imitando los cambios naturales de la superficie de la Tierra. Su colocación es intencionalmente maleable para permitir la adaptación a la naturaleza individual del espacio en el cual tiene lugar la instalación. Los patrones aleatorios consiguientes sugieren cómo se fusionan las características personales en la pura esencia durante el periodo de vida y luego se diluyen con la muerte. El deterioro transforma nuestros cuerpos como la erosión desgasta la Tierra, dejando únicamente la blancura del hueso.
Estoy interesada en las propiedades curativas de las formas de la Tierra, así como en la gente “que vive de la tierra”. Me volví muy consciente de las fuerzas naturales después de pasar un tiempo en las tierras inhóspitas de Nuevo México e Islandia. “Avalancha” representa la búsqueda de la comprensión de la Tierra y mi conexión con ella. Las partes del cuerpo desarticuladas sirven para traspasar la fugacidad de nuestra existencia humana en la escala del tiempo geológico. Estas partes del cuerpo documentan nuestra presencia, regresaremos a la tierra como simples fragmentos de lo que una vez fueron entidades totalmente formadas. Nuestra relación con la Tierra cierra el círculo con nuestra desintegración después de la muerte, cómo nosotros alimentamos la Tierra que siempre no alimentó. Tuve la oportunidad de colaborar con el compositor inglés Jonny Perl, quien produjo una pieza musical titulada “Avalanche,” especialmente para esta instalación.